La luna azul
-“Porqué cantas esa canción de la luna azul? La luna no es azul, sino de color gris.”, le dijo la pequeña Sofía a su hermana.
-“¿Mamá no te ha contado la historia de la luna azul?”, le respondió su hermana.
-“No, pero tú me la puedes contar.”
-“Entonces, ven, siéntate en la cama, y te la cuento, tal y como me la contó nuestra madre, cuando yo tenía tu edad.”
Sofía y su hermana se sentaron en la cama, y Sofía, tras coger el osito de peluche de su hermana, y abrazarlo, se dispuso a escucharla.
Hace mucho, mucho tiempo, la luna era de color azul. Era el tiempo de los juegos en el cielo, de cometas brillantes, y de estrellas fugaces, que iban surcando la atmósfera, mientras la luna escuchaba historias de amor de labios del sol, y las estrellas titilantes, sonreían al ver a la luna, prendada de esas historias.
En la tierra, existían árboles grandes, que casi llegaban al cielo, y volcanes inmensos, cuya cima le hacía cosquillas al firmamento.
Uno de estos volcanes, se enamoró de la luna. La veía durante el día, escondida entre las nubes, y por las noches, allí estaba ella, esperando la nueva historia del Sol.
El volcán trataba de hacerse ver por la luna, pero ésta le ignoraba. La luna estaba locamente enamorada de las historias del sol, y no tenía más ojos que para estar con él.
El volcán furioso por no ser correspondido por la luna entró en erupción. Echó lava y fuego, y cubrió el cielo con ceniza. Quería ahogar la luz del sol, y que éste, ciego, no pudiera ver más a su enamorada. El volcán levantó olas gigantescas, para intentar apagar el sol, pero no lo logró. En cambio si barrieron las islas que había alrededor del volcán, haciéndolas desaparecer bajo el mar.
La ceniza permaneció en el cielo durante días, provocando que la luna desapareciera, asustada, y se quedara pálida del susto.
Cuando todo se calmó, el sol llamó a la luna para que volviera a escuchar sus historias, pero ésta decidió que sólo saldría de noche, para que los humanos no la culparan de la explosión del volcán.
Así, hoy en día, aparece como luna llena sólo una vez al mes. Pero de vez en cuando, para recordarle al volcán que no haga más daño, aparece una segunda vez en el cielo, y de color azul.
Como recuerdo de lo que fue un día.
2 Comments:
Que forma tan deliciosa de hablar del ciclo lunar.
Los amores, deben de ser amores suaves, no posesivos, incondicionales.
besos martita.
Que historia tan bonita :D Me parece perfecta para un cuento para niños
Y me recuerda a una canción de LODV
Artist: La Oreja De Van Gogh
Album: Dile al Sol
Song: La estrella y la luna
Cuenta un sabio de hoy
que una estrella fugaz
en el cielo azul
tapaba el astro lunar. Era tal el candor
que desprendía al volar
que la luna no
dejaba de llorar... De envidia la luna lloraba al mirar,
como a la estrella le querían más.
Eran sus ojos capaces de amar
por eso la luna le quería apagar. Un hechizo lunar
provocó una ola en el mar,
con una cruel intención:
borrar la huella estelar. Pero el mar dejó
que la ola chocara con
el viento y así
no dañar su corazón. De envidia la luna lloraba al mirar,
como a la estrella le querían más.
Eran sus ojos capaces de amar
por eso la luna le quería apagar.
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